Aniversario muerte del Padre Méndez
La madrugada del martes 1 de Abril de 1924, la primavera era, sin embargo, de auténtico invierno en Madrid.
A las cuatro habían llamado a la Casa Madre desde Porta Coeli por teléfono: “El Padre se está muriendo”.
Mirando a la Madre Mariana y a sus Hijas las Trinitarias les dijo sus últimas palabras:
“Hijas mías, no pidáis nunca nada sino cumplir en todo la voluntad de Dios. Si alguien os ofende, perdonadle sin demora”.
Poco después, con una voz casi imperceptible, dijo: “Ya no puedo hablar”.
Enseguida se quedó mirando al infinito con paz y serenidad, expresando satisfacción en el rostro. Al final, se le fueron cerrando los párpados y, expirando, entregó el espíritu.